jueves, 26 de febrero de 2015

UN CAFÉ CON ALICIA

Con Alicia la cita era a las seis de la tarde. Siempre he tenido mala suerte con las mujeres pues no me ayudan ni mi cerebro ni mi aspecto; por eso, mis expectativas de que se fijen en mí son muy bajas. Sin embargo, lo que sentía por Alicia me superó y le pedí encontrarnos. Me miro pensativa mientras intercambiaba miradas suspicaces con sus amigas, creí ver en ello que todo sería una broma y ya seguía mi camino.


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